Una alarmante noticia ha saltado a la actualidad, los presos con transtornos mentales no están recibiendo pregabalina, un fármaco de uso común para tratar los trastornos de ansiedad y los generados, por ejemplo, por drogodependencia.
Según alerta la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, desde el Ministerio de Interior sólo se están autorizando el 10% de las solicitudes de pregabalina que envían por escrito los médicos para poder tratar a los pacientes penitenciarios con problemas mentales, que afectan a más del 45% de los reclusos.
Desde el Ministerio de Interior se distribuye entre sus médicos una guía farmacoterapéutica en la que establece los medicamentos que se deben prescribir para cada dolencia, pero la pregabalina ni aparece ni tiene un equivalente terapéutico.
Este problema está produciéndose en todas las prisiones españolas, excepto las de Cataluña y País Vasco, que tienen competencias propias en materia de Sanidad.
La pregabalina tiene un coste aproximado de un euro al día por recluso, y los médicos de las cárcelas los recetaban a pacientes con epilepsia, dolor neuropático, aunque lo más habitual era recetarlo para el trastorno de ansiedad generalizado, precisamente la opción que no se está autorizando desde el Ministerio de Interior desde finales de marzo.
Desde las organizaciones sociales y familiares de presos creen que las restricciones en el acceso a fármacos están empeorando la ya de por sí precaria asistencia que reciben en las cárceles los enfermos mentales.
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