Últimamente informar de «disparates» en materia de sanidad se está comenzando a convertir en algo habitual, y hoy os traigo el último disparate de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valencia que desde el pasado 1 de julio, obliga a los médicos y al personal sanitario a exigir a los pacientes crónicos desplazados durante un periodo “inferior de 90 días” a traer la medicación necesaria para su tratamiento o, en su defecto, las correspondientes recetas validadas en su autonomía de origen.
Son muchos los que deciden ir de vacaciones a la Comunidad Valenciana, y entre los que deciden veranar en las playas del Mediterráneo hay muchos enfermos crónicos que desconocen esta medida y no han llevado la cantidad necesaria de fármacos en sus maletas.
En el caso de que estos pacientes no lleven de vacaciones ni la medicación ni la receta, se les exige un informe clínico de su médico de cabecera de su comunidad de origen que “acredite que tengan esa enfermedad y que precisan ese tratamiento”.
El argumento que sostinen desde la Consejería de Sanidad para implantar es igual de disparatado que la medida en sí y argumentan que “sin la receta, el médico valenciano debería repetir las pruebas para confirmar que verdaderamente tiene esa enfermedad crónica”, y defienden que con esta medida se evitarán “riesgos o fraudes, de unas pruebas innecesarias”.
Como era de esperar a muchos médicos “inmoral” dejar sin medicamentos a estos pacientes “desinformados” y reconocen que están realizándoles las recetas aunque desde la Consejería se las haya prohibido hacerlo.
¿Hasta dónde vamos a llegar poniendo en juego la salud de los pacientes para fomentar el ahorro sanitario?, ¿qué os parece esta medida?