La diabetes tipo 2 cada vez es más habitual debido a los problemas de sobrepeso y obesidad de nuestra sociedad, y aunque antes la enfermedad era controlada con pastillas la insulina inyectada es el tratamiento más común ya que mejora los resultados.
Ahora, los enfermos de diabetes tipo 2 es posible que puedan acceder a una nueva insulina que les permitiría tener que dejar de pincharse a diario para hacerlo sólo la mitad de las veces, 3 veces a la semana.
Esto podría ser posible gracias a los resultado de un ensayo clínico internacional en el que ha participado 28 centros médicos de Canadá, India, Suráfrica y Estados Unidos, cuyos resultados avalan la nueva insulina de acción prolongada.
La nueva insulina mejoraría la calidad de vida de los afectados por la diabetes tipo 2, al hacerla más cómoda y, sobre todo, evitar las temidas hipoglucemias (caídas bruscas de la glucosa). Esta última ventaja es fundamental, ya que otros tratamientos sí aportan beneficios en el control glucémico pero provocan un mayor número de hipoglucemias.
El ensayo clínico solo se ha probado con 400 pacientes, aunque sirve como prueba para demostrar que el tratamiento es seguro, eficaz y tiene posibilidades de llegar a las farmacias.
Ahora queda la prueba de fuego y que el fármaco coseche los mismos resultados en una prueba más amplia que involucre a 7.000 pacientes, ensayo que ya se ha puesto en marcha.