La farmacéutica Sanofi ha sido multada en Francia por llevar a cabo una campaña de desinformación contra los genéricos de clopidogrel.
En muchas ocasiones cuando expira la patente de un medicamento, a los fabricantes del fármaco original les cuesta llegar a un acuerdo la competencia, y no es raro que traten de obstaculizar a la competencia, y esto es precisamente lo que ha ocurrido con Sanofi y los genéricos de clopidogrel.
La Autoridad de la Competencia francesa ha impuesto una multa a Sanofi de 40,6 millones euros ya que en 2008, la empresa intentó hacer uso de su posición dominante en el mercado para impedir la comercialización de versiones genéricas de su fármaco Plavix.
Sanofi propició que los médicos y los farmacéuticos creyeran que la sustitución del fármaco original con un genérico de otro proveedor implicaba un riesgo de responsabilidad civil debido a una sistemática desinformación en la que se ponía en duda la eficacia y la seguridad de los genéricos de clopidogrel con el argumento de que éstos utilizan una sal diferente del clopidogrel.
En comparación con las multas impuestas en los EE.UU., que puede alcanzar cifras de miles de millones de dólares, la sanción de 40,6 millones de euros interpuesta en Francia puede parecer muy baja, pero al menos esta multa se puede una señal para, por fin, actuar contra este tipo de estrategias de comercialización cuestionables.
En Venezuela también llevaron a cabo esa campaña, realizaron supuestos «jornada de actualización en farmacovigilancia» para una conocida cadena de farmacias del país y difundieron entre los farmacéuticos asistentes esa información.