Que los placebos, píldoras sin efecto, funcionan no es ninguna novedad, lo que sí lo es, es que funcionan aunque no se haya producido engaño.
Según los resultados de un estudio llevado a cabo por los investigadores del Centro de Investigación de la Escuela Médica de Harvard (HMS) y el Centro Médico de Diaconisa Beth Israel (BIDMC) el efecto del placebo actúa incluso cuando se ha suministrado a un paciente a sabiendas de que no está tomando un medicamento con principios activos.
Para llegar a esta conclusión los investigadores divieron en dos grupos a un total de 80 pacientes que padecían el síndrome de colon irritable (IBS), uno de los grupos, el de control, no recibió tratamiento, mientras que el otro grupo tenía que tomar dos veces al día placebos, aunque a sabiendas de que estaban tomando pastillas similares al azúcar en las que estaba impresa la palabra placebo.
Al final del ensayo, que duró 3 semanas, casi el doble de pacientes tratados con placebo informaron de un adecuado alivio de los síntomas en comparación con el grupo de control (59% frente a 35%). Además, en otras medidas del resultado, los pacientes que tomaban placebos duplicaron sus índices de mejora en un grado aproximadamente equivalente al efecto de los medicamentos más potentes para el síndrome de colon irritable.