Los bifosfonatos son un tipo de medicamento ampliamente utilizado tanto en la prevención como en el tratamiento de las enfermedades con resorción ósea como es el caso de la osteoporosis, especialmente la osteoporosis postmenopáusica, y el cáncer con metástasis ósea.
Durante los últimos años se ha producido un amento considerable en la utilización de este tipo de fármacos por vía oral lo que ha permitido comprobar que el consumo de estos medicamentos a largo plazo puede acarrear una serie de reacciones adversas.
Aunque en general los bifosfonatos son medicamentos bien tolerados, durante los últimos años se han detectado diferentes efectos adversos que se realicionan con su uso a largo plazo. Entre los efectos secundarios más frecuentes se encuentran los relacionados con el aparato digestivo superior, pero tras el consumo continuado de los bifosfonatos se han comprobado reacciones adversas más importantes entre las que se encuentran osteonecrosis de los maxilares, fracturas atípicas, dolor músculo-esquelético y fibrilación auricular.
Aunque con menor incidencia, los bifosfonatos también pueden inducir trastornos inflamatorios oculares: conjuntivitis, episcleritis y uveitis.
La administración continuada de etidronato, un tipo de bifosfonato, puede inhibir la mineralización y causar osteomalacia focal, de ahí que se administre de manera intermitente.