Las farmacias no están pasando por su mejor momento y cada vez son más las boticas en todo el país que tienen que echar el cierre, y sólo en la provincia de Burgos hay 23 farmacias que piden ayuda a la Junta de Castilla y León para poder sobrevivir.
Para poder solicitar la ayuda económica a la Junta de Castilla y León las farmacias tienen que facturar menos de 200.000 euros al año, y a la convocatoria de 2014 se han presentado 23 despachos, tres más que el año pasado y siete más que en 2012, fecha a partir de la cual empezó a pagarse el denominado índice corrector de márgenes, lo cual supone un incremento del 43,7%.
La convocatoria de este año todavía no se ha resuelto y aún se desconoce a cuántas farmacias se les concederá este índice corrector y qué cantidad se les abonará.
Las medidas económicas tomadas en el sector están provocando un descenso de ingresos en muchas farmacias, y se está dando una curiosa paradoja, aunque desde el verano de 2012 el consumidor paga más por los medicamentos que retira, el farmaceútico ingresa menos porque el precio de los fármacos en origen se redujo en diversas ocasiones y, por lo tanto, también los márgenes de beneficio.