La oxitocina es una hormona y un neuropéptido relacionado con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal.
Esta hormona, que hasta ahora era conocida por su desivo papel en el enamoramiento, en el orgasmo o en el amor por los hijos, ahora además puede empezar a conocerse por potenciar la generosidad de las personas.
Este descubrimiento de la oxitocina como la hormona de la generosidad ha quedado demostrado en un estudio de la Universidad de Claremont (California), donde se refleja que la oxitocina puede incrementar la generosidad hacia otra personas en un 80%
En el estudio han participado un total de 68 voluntarios, todos hombres para evitar los altibajos de hormonas que se dan durante el ciclo menstrual. De los 68 voluntarios, a 34 se les administró oxitocina mientras que al resto se les administró un placebo.
Para poder medir la relación entre la oxiticina y la genersodidad se plantearon dos juegos similares relacionados con el dinero. En uno, se daban diez dólares a la mitad de los participantes y se les pedía que los compartieran con otra persona. Si esta persona aceptaba la oferta, ambos se quedaban con el dinero. Pero si consideraba que era injusta y la rechazaba, se quedaban sin nada. En el segundo juego el receptor no tenía opción de rechazar la oferta, debía aceptar lo que se le daba.
Los voluntarios a los que se les había suministrado esta hormona resultaron ser mucho más generosos repartiendo el dinero, de forma global la oxitocina incrementó un 80% la generosidad de los participantes en el estudio.
En muchas webs se puede encontrar esta hormona a la venta como si fuera un producto milagroso, pero no podemos olvidar que puede tener reacciones adversas entre las que se encuentan hemorragia subaracnoidea, crisis epilépticas, taquicardia, hipertensión arterial, aumento del retorno venoso sistémico, aumento de carga cardíaca y arritmias, problemas de flujo sanguíneo uterino…