Afotunadamente la Farmacovigilancia, que se ocupa de la vigilancia y el seguimiento de las diferentes reacciones adversas de medicamentos, cada vez tiene mayor peso en la sociedad, y los profesionales sanitarios cada vez están más formados en esta materia.
Una de las ramas en las que más importante es la Farnacovigilancia es en la Farmacología Clínica, ya que se trata de una especialidad que se preocupa del estudio científico de los fármacos en el hombre (evaluación pre y post-comercialización).
En Andalucía un grupo de farmacólogos se han reunido estos días en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde se encuentra el Centro Andaluz de Farmacovigilancia desde 1989, para debatir sobre los diferentes aspectos normativos de investigación en este campo de la medicina, así como las diferentes estrategias nacionales y autonómicas para impulsar el papel investigador de estos especialistas.
Los farmacólogos clínicos del hospital sevillano, que coordina el catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad de Sevilla Juan Ramón Castillo, trabajan asimismo en el desarrollo de futuros fármacos desde la Unidad de Ensayos Clínicos Fase I y II puesta en marcha en 2004.
Actualmente, existen cuatro áreas de gran oportunidad para el farmacólogo clínico, orientadas a mejorar el cuidado del paciente: farmacoeconomía, farmacocinética y práctica clínica, farmacología celular y bioquímica en el proceso de la enfermedad y, por último, factores genéticos y bioquímicos de las reacciones adversas.