En Chile el Gobierno planteó una iniciativa para que los establecimientos comerciales puedieran vender medicamentos, esta medida estuvo rodeada de polémica desde el principio y finalmente el Gobierno chileno ha decidido retirar el proyecto de ley para buscar un mayor acuerdo respecto a la venta directa de fármacos.
Con el proyecto planteado inicialmente por el Gobierno de Chile se pretendía permitir que en determinados establecimientos que contaran con la correspondiente autorización legal, se vendieran medicamentos sin la necesidad de presentar receta médica, con lo que se pretendía fomentar la competencia y facilitar su acceso a los consumidores, pero indudablemente este proyecto de ley también iba a generar problemas relacionados con la automedicación y reacciones adversas de los medicamentos.
El texto legal indicaba las condiciones en las que los establecimientos comerciales podían comercializar los medicamentos, la venta de fármacos debía efectuarse en un área especialmente destinada para ello por el establecimiento comercial, farmacia o almacén farmacéutico, en repisas, estanterías, góndolas, anaqueles o similares, que permitan el acceso directo al público.
Los envases de medicamentos de venta directa debían estar sellados y contener en su exterior toda la información terapéutica necesaria para adoptar la decisión de compra.
Además los establecimientos comerciales debían estar autorizados por la Secretaría Regional Ministerial de Salud respectiva.