Estamos en agosto y las altas temperaturas pueden ser llevadas peor si no tenemos cuidado con los fármacos porque aunque los medicamentos, si se utilizan de forma correcta, no son causantes de problemas de salud asociados a las altas temperaturas si pueden alterar la adaptación del cuerpo al calor.
Según ha comunicado el Ministerio de Sanidad los medicamentos pueden provocar dos efectos diferentes, pueden agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor, lo que puede provocar un aumento de la temperatura corporal, o pueden disminuir la capacidad de reacción del organismo ante las altas temperaturas.
No a todos los pacientes le afectan del mismo modo los efectos negativos del calor, entre los factores que pueden incrementar estos efectos se encuentra la edad, afecta más a los lactantes, a los niños y especialmente a las personas mayores, también afecta más a las personas con patologías crónicas o a las que hacen un mal uso de los medicamentos.
Para evitar que el calor nos cause problemas debemos conservar los medicamentos sin que estén expuestos al sol ni a temperaturas elevadas e incluso en algunos casos los deberemos conservar en condiciones térmicas especiales, pero es especialmente importante que los pacientes no se automediquen y en caso de reducir o suspender un tratamiento que consulten siempre con su médico.
Para evitar los efectos de los medicamentos ante el calor se recomienda permanecer en lugares frescos, refrescarse, beber agua, utilizar ropa ligera y transpirable, evitar exponernos al sol directamente y evitar los esfuerzos físicos en los momentos de más calor.
Además los profesionales sanitarios deben vigilar el estado general de los pacientes y en caso de que un paciente tenga factores de riesgo debe revisar su medicación