Después de años de quejas y denuncias de los usuarios que consumían el medicamento Agreal (leer Agreal sigue acumulando denuncias por sus reacciones adversas), el Tribunal Supremo ha condenado al laboratorio a pagar un millón de euros.
Agreal fue retirado del mercado en 2005 por la notificación de reacciones adversas que recibió el Sistema Español de Farmacovigilancia (SEFV). El medicamento, comercializado por Sanofi Aventis, se recetaba a mujeres para paliar los síntomas de la menopausia. Su principio activo es la veraliprida, una benzamida modificada que bloquea los receptores d2 de la dopamina.
Causó reacciones adversas como cuadros parkinsonianos, cambios de peso, rigidez mandibular, parpadeo incontrolado, crisis de ansiedad, pánico, sequedad en la boca y giros involuntarios de cabeza. Las mujeres afectadas sufrieron dependencia cuando se les retiró el medicamento. El caso más grave provocado por el Agreal fue el suicidio de una mujer tras la ingesta del mismo.
La sentencia del Tribunal Supremo condena al laboratorio farmacéutico a indemnizar a las 146 mujeres afectadas con más de 700.000 euros, ya que estos efectos secundarios no estaban registrados en el prospecto.
La sentencia concluye:
«El medicamento es defectuoso por deficiente información contenida en el prospecto y, como consecuencia de ello, se vulneraron los derechos fundamentales a la libertad, en su vertiente de libertad de elección y a la integridad física y moral de los actores, por lo que condenamos a la demandada a que se pague a cada una de las demandantes la cantidad de 3.000 euros por daño moral (y una cantidad específica en cada caso)».