El 1 de noviembre entra en vigor el Real Decreto Ley 9/2011, que entre sus principales novedades incluye la prescripción por principio activo en todo el Sistema Nacional de Salud.
A pesar de que son muchos los que se han mostrado en contra de la prescripción por principio activo desde el Misterio de Sanidad, Política Social e Igualdad se garantiza que con la prescripción del principio activo, que es la sustancia que hace que un determinado fármaco tenga sus efectos terapéuticos, se garantiza la seguridad, la calidad y la eficacia de todos los medicamentos, y con esta prescripción también se garantiza la continuidad de los tratamientos de los pacientes.
Según defiende el Gobierno con la prescripción por principio actico no se elimina ningún medicamento de la prestación farmacéutica, lo que si implica es que los farmacéuticos tendrán que dispensar a los pacientes el medicamento que contenga el principio activo, la misma dosificación y la misma forma de administración recetado por su médico pero que esté entre los de menor precio.
Con esta medida el Gobierno calcula que el SNS tendrá un ahorro anual de unos 2000 millones de euros, con los que podrá seguir incluyendo nuevos medicamentos para el tratamientos de enfermedades y para mantener la calidad del sistema sanitario.