Un grupo de investigadores de la Universidad de Yale (Hemorrhagic Stroke Project) han llevado a cabo un estudio sobre una posible asociación entre el uso de fenilpropanolamina y la aparición de hemorragias cerebrales.
La fenilpropanolamina (FPA) generalmente se emplea como descongestivo nasal para los procesos gripales y catarrales o como supresor del apetito. En veterinaria se emplea para controlar la incontinencia urinaria en perros y ha sido retirada en algunos países debido a estos riesgos.
El Comité de Seguridad de Medicamentos de Uso Humano (CSMH), órgano asesor de la Agencia Española del Medicamento, en sus reuniones del 21 de noviembre y 13 de diciembre de 2000, ha evaluado todos los datos disponibles relativos a la seguridad de la fenilpropanolamina, y concluye lo siguiente:
- Existe una asociación entre la fenilpropanolamina cuando se utiliza como anorexígeno (supresor del apetito) y el riesgo de hemorragia cerebral, por lo que se estima que su uso debería evitarse. Dicha asociación podría estar ligada a la acción vasoconstrictora del producto que tendería a incrementar la presión arterial a dosis elevadas o en pacientes susceptibles. No obstante, en España no existe ninguna especialidad farmacéutica que contenga fenilpropanolamina para la indicación de supresión del apetito y en nuestro país no está permitida ninguna preparación magistral que contenga fenilpropanolamina para la indicación de supresión del apetito.
- El estudio no demuestra un incremento estadísticamente significativo del riesgo de hemorragia cerebral cuando la fenilpropanolamina se utiliza como descongestionante en medicamentos antigripales. En cualquier caso, los datos farmacológicos y epidemiológicos disponibles indican que el riesgo sólo existiría con dosis elevadas de fenilpropanolamina.