El acetaminofeno (o paracetamol) no solamente reduce los dolores si no que, además, tiene un efecto secundario sorprendente: reduce las emociones tanto positivas como negativas.
Es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) y que ha sido publicado recientemente en la revista Psychological Science en el artículo Over-the-Counter Relief From Pains and Pleasures Alike: Acetaminophen Blunts Evaluation Sensitivity to Both Negative and Positive Stimuli.
En el estudio, los investigadores mostraron a los participantes diversas fotos agradables y perturbadoras y observaron que los que habían tomado acetaminofeno no reaccionaron tan fuertemente a las imágenes como el grupo que había tomado placebo.
Geoffrey Durso, el autor del estudio:
«Esto significa que el uso de Tylenol [acetaminofeno] o productos similares podría tener consecuencias más amplias que se pensaba»
Ya se había demostrado en investigaciones anteriores que el paracetamol no solamente actúa sobre el dolor físico, sino también sobre el dolor psicológico. Este estudio va un paso más allá, al demostrar que también disminuye de forma considerable la capacidad para sentir emociones positivas.
Doctor Holly Phillips.
«Sabemos que el dolor no es un fenómeno local, ¿verdad? Si usted tiene dolor en la rodilla, el dolor no está sólo ahí. Afecta a los receptores nerviosos allí y se mueve en el tejido del sistema nervioso central y partes del cerebro que afectan las emociones, tanto positivas como negativas».
LA INVESTIGACIÓN
La investigación se llevó a cabo en dos procesos.
PRIMER PROCESO
En el primero participaron 82 personas. La mirad tomó una dosis de 1.000 mg de acetaminofeno y la otra mitad tomó un placebo de aspecto idéntico. Los investigadores esperaron 60 minutos para que el medicamento surtiera efecto.
Después, se mostró a lo participantes 40 fotografía seleccionadas de una base de datos utilizada por investigadores de todo el mundo para provocar respuestas emocionales. Las imágenes eran tanto agradables (niños pequeños, niños jugando con gatos), neutrales (una vaca en un campo) o desagradables (personas llorando, niños desnutridos).
Se pidió a los participantes que calificarán de positivas o negativas las imágenes que veían, siendo -5 muy negativa y 5 muy positiva. Luego, volvieron a visualizar las mismas fotos y se les pidió que calificaran la foto teniendo en cuenta su reacción emocional (0 muy poca o ninguna emoción y 10, cantidad extrema de la emoción).
Los resultados mostraron que los participantes que tomaron paracetamol clasificaron todas las fotografías menos extremadamente que aquellos que tomaron el placebo.
Por ejemplo, las personas que tomaron el placebo calificaron su nivel de emoción (puntuación media de 6,76) relativamente alto cuando vieron las fotos más impactantes como la imagen de un niño desnutrido o de niños jugando con gatos.
Las personas que toman paracetamol no sentían tanto en extremo, sino que reportaron un nivel medio de la emoción (5,85) al ver fotos extremas, tanto agradables como desagradables.
Las fotos neutrales fueron calificadas de manera similar por todos los participantes.
SEGUNDO PROCESO
Para validar mejor los resultados, los investigadores hicieron un segundo estudio mostrando las mismas fotos y pidiendo emitir los mismos juicios a otras 85 personas. En esta ocasión, también se les pidió que informaran sobre la cantidad de color azul que veían en cada foto.
De nuevo, aquellos que habían tomado paracetamol reaccionaron de forma menos extrema a las fotografías tanto negativas como positivas. Sin embargo, los juicios de contenido de color azul fueron similares independientemente de si los participantes tomaron paracetamol o no.
CONCLUSIONES
Los resultados del estudio sugieren que el paracetamol afecta a nuestras evaluaciones emocionales. Por eso, el equipo de investigadores planea realizar este mismo estudio con otros medicamentos como el ibuprofeno o la aspirina, para saber si tienen efectos psicológicos similares.