Una encuesta llevada a cabo por la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública (FASDP) en los centros de salud de la Comunidad de Madrid revela un dato preocupante, un 16,83% de los pensionistas no retiró alguno de los medicamentos prescritos a partir del establecimiento del copago el pasado mes de julio
Para recabar estos datos la encuesta fue realizada por 30 médicos generales de la Comunidad de Madrid entre los pensionistas que acudieron a consulta no urgente, y para la elección de estos 30 médicos se tuvo en cuenta los centros de salud que cubrieran las diferencias socioeconómicas de la Comunidad, mientras que los pacientes encuestados fueron elegidos de forma aleatoria por los facultativos.
Entre los resultados de la encuenta destacan que la renuncia a retirar parte de los medicamentos prescritos por el médico es significativamente superior en las rentas mas bajas, de manera que el 27,29% de los que tenían una renta inferior a 400 € mensuales no retiraron de la farmacia los medicamentos recetados. Según los cáculos de la FASDP, el copago sobre los pensionistas tiene una clara repercusión en cuanto a la disminución de la renta disponible de estos ya que comporta 11,18 € de promedio mensual.
El 60,08% de los pensionistas encuestados consumían medicamentos excluidos de la financiación pública, y de ellos el 41,61% siguieron tomándolos, lo que les supone un coste medio mensual de 7,06 €.
Un dato significativo es que de las 167 personas que dejaron de utilizar un medicamento prescrito, 20 de ellos continuaron consumiendo medicamentos excluidos de la financiación.
La FASDP considera que «es previsible que la suspensión de los tratamientos prescritos produzca un empeoramiento de las enfermedades de base, una descompensación de las mismas e incluso un aumento de la mortalidad». Además la Asociación cree que el objetivo del copago «es fundamentalmente recaudatorio y que solo tiene efecto disuasorio en las personas con menor renta, a costa de su salud».