Muchas veces en nuestro afán por cuidarnos empezamos a consumir vitaminas y supementos alimenticios, pero no podemos olvidar ques estos también pueden provocar reacciones adversas.
Entre el 2007 hasta abril del 2012, la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) recibió más de 6300 alertas de reacciones adversas relacionadas con suplementos alimenticios, incluyendo vitaminas y hierbas. Entres estas 6300 adversas se produjeron 115 muertes y más de 2.100 hospitalizaciones.
No debemos empezar a tomar un suplemento nutricional sin consultar primero con un médico, y no podemos perder de vista que los suplementos y vitaminas nunca deben ser un sustituto para un estilo de vida saludable con un plan nutricional adecuado.
Entre los suplementos que pueden causar más reacciones adversas se encuentran los suplementos para el fisicoculturismo, para la función sexual y para la pérdida de peso. Por otra parte, las altas dosis de vitaminas y minerales en algunos suplementos presentan otro riesgo. Las personas que toman más del 100% de la dosis recomendada de un nutriente podrían padecer reacciones adversas.
Los complementos nutricionales supuestamente naturales además pueden interacionar con otros fármacos que estemos tomando, por ejemplo, la hierba de San Juan puede reducir la efectividad de las pastillas anticonceptivas y los anticoagulantes.
El Consejo para la Nutrición Responsable (CRN), asociación que representa a los fabricantes de suplementos nutricionales defiende los beneficios de los complementos alimenticios y argumenta que “Hay una fuerte evidencia científica que apoya los beneficios de suplementos alimenticios y estos productos tienen un perfil muy fuerte para la seguridad”.