El pasado 1 de julio entró en vigor en vigor el nuevo sistema de aportación de los usuarios en farmacia conocido como copago farmacéutico y ya ha provocado las primeras consecuencias entre los pacientes.
Hoy os contamos la historia de Agustí Aguilar, un enfermo crónico que se ha declarado en huelga farmacéutica porque se niega a tener que pagar el 10% de sus medicamentos.
Agustí Aguilar tiene una minusvalía del 71% por la que no puede trabajar desde el 2007, Agustí ha padecido un ictus, una trombosis y varias hernias discales, delencias por las que tiene que tomar 17 pastillas diarias.
Afortunadamente Agustí tiene una pensión de 2000 euros que le permiten hacer frente a su medicación pero aún así se ha plantado por una cuestión de principios, según explca «Me negué a pagar y desde entonces estoy en huelga farmacéutica. No lo hago por mí, sino por toda la gente que se ve obligada a elegir entre comer o pagar su tratamiento»
Según la nueva ley Agustí, que lleva ya 10 días sin tomar su tratamiento, debería pagar el 10% de su medicación y Sanidad le tendría que devolver parte del dinero, ya que se establece que a los pensionistas que se gasten más de 10 euros al mes durante tres meses se les devolverá el dinero pagado por encima del límite fijado, mientras que el tope mensual para los jubilados con las pensiones más altas se establece en los 20 euros. Pero nuestro protagonista no se fía y afirma «hace un año me pasó lo mismo con las cuatro ortesis [férulas ortopédicas] que llevo. Las pagué enteras y, en teoría, a los tres meses me tenían que pagar el tanto por cien que me correspondía y aún estoy esperando»
Agustí además aclara que el no hace huelga por motivos económicos «yo me puedo permitir el lujo de medicarme, pero ¿y la gente que tiene pensiones de 500 euros? O comen o se mueren, es una injusticia. Yo no me medicaré hasta que no me den mis fármacos sin pagar un céntimo»
Sin duda me parece una iniciativa muy valiente, si quieres leer más sobre su historia la puedes consultar en Público