Los antiinflamatorios se deberían tomar durante un máximo de 48 o 72 horas

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Los antiinflamatorios, sobre todo los conocidos como AINE (anti-inlamatorios no esteroideos), son un grupo de fármacos muy prescritos en el día a día de los profesionales sanitarios, se recetan tanto a enfermos crónicos como al resto de pacientes.

Aunque el uso de los antiinflamatorios en determinados casos es muy beneficioso, pero su abuso puede acarrear graves problemas de salud, sobre todo en el aparato digestivo, aunque también pueden causar problemas cardiovasculares, renales, hepáticos y hematológicos.

En conjunto, los AINE ocupan un lugar destacado en las ventas de medicamentos, de hecho, según los datos del Ministerio de Sanidad del 2009, se venden más de 40 millones de envases de media, y en el mundo hay 30 millones de personas que los consumen diariamente.

Francisca González, del Grupo de Utilización de Fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), explica que no se trata de demonizar los antiinflamatorios que «han aliviado y mejorado la calidad de vida de muchos pacientes en momentos puntuales». Las indicaciones de estos fármacos son múltiples, desde el dolor de origen musculoesquelético o neurológico hasta la dismenorrea, traumatismo y dolor postquirúrgico.

Francisa continua explicando que el problema es que se ha estandarizado su uso lo que ha provocado el abuso de estos fármacos tanto entre los crónicos como en la población general, cuando lo recomendable sería utilizarlos en ciclos cortos y a la dosis más bajas posible, siempre dentro de su rango de eficacia, y bajo prescripción médica, ya que eso aseguraría el control sobre posibles complicaciones.

Estos fármacos se deberían tomar durante un máximo de 48 o 72 horas, aunque hay excepciones en las que se pueden administrar durante má tiempo, aunque «hay que tratar de no pasar en ningún caso de los 7 días seguidos»

Los efectos adversos y su gravedad, dependerán del tipo de molécula y de la dosis dependiente; además «no solo hay que ver los efectos adversos», también hay que tener en cuenta la interacción que tiene con otros medicamentos, la edad del paciente y si tiene ya daños renales o otras patologías.

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