En Andalucia se ha aprobado una medida similar al polémico catálogo gallego de medicamentos, a partir del 1 de junio sólo se puede dispensar el fármaco más barato, por lo que los médicos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) tendrán que recetar a los pacientes un principio activo en lugar de un determinado medicamento, y las farmacias tendrán que vender el genérico más barato.
Hasta el 3 de junio sólo se podía dispensar un fármaco por cada princio activo, el genérico más económico, lo que provocó el desabastecimiento de algunos de estos medicamentos ya que los fabricantes no tenían stock suficiente, algo que nunca ha sido reconocido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), aunque el SAS informó el pasado 3 de junio a los colegios oficiales la modificación del precio menor de unas quince moléculas para que más genéricos entren en precio, y así prevenir el desabastecimiento.
El día 1 de junio, el Colegio Oficial de Farmacéuticos informó de que, dado el desabastecimiento, los farmacéuticos podían, tras mandar una diligencia, dar el siguiente genérico en precio más barato. Aunque, la desinformación y los cambios han hecho que los farmacéuticos no sepan bien qué hacer, y muchos no lo estén haciendo por el temor de que si dispensan otro en precio puede que la receta no les sea abonada.