Pierde la visión de un ojo por el uso de Ala Octa perfluoroctano

Ala Octa perfluoroctano

Un paciente ha perdido la visión del ojo izquierdo tras sufrir un desprendimiento de retina a causa del uso del medicamento Ala Octa perfluoroctano.

En junio del año 2015, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) retiró del mercado este medicamento, fabricado por ALA MEDICS GmbH, Alemania

El paciente afectado fue operado de vitrectomía en el Hospital General de Alicante en enero de 2015, en la que se usó el fármaco mencionado, y sufrió la pérdida total de visión del ojo izquierdo

El paciente ha reclamado a la Conselleria de Sanitatuna indemnización de 200.000€. Los letrados han asegurado que se trata de un producto «defectuoso y tóxico»:

«Existe una corresponsabilidad de la Administración al no haber ejercido de forma diligente las funciones de farmacovigilancia que le son propias y objetivamente por haber permitido que un producto defectuoso llegue a los usuarios de la sanidad pública»

En noviembre del pasado año, en una de las revisiones, los médicos advirtieron de que el enfermo padecía un desprendimiento de retina con «desgarro gigante» y le diagnosticaron un «nulo pronóstico funcional» del ojo izquierdo, según las mismas fuentes.

Por esa fecha, la AEMPS ya tenía constancia de 41 posibles afectados en once centros sanitarios españoles que padecían amaurosis, necrosis de retina, pérdida de agudeza visual, atrofia del nervio óptico, inflamación y vasculitis. De todos estos perjudicados, la institución llegó a confirmar en octubre de 2015 hasta trece casos de amaurosis (ceguera).

En marzo de este año, la AEMPS publicaba:

El número de casos notificados y en investigación en la AEMPS hasta el momento son 102 casos, en 23 centros sanitarios españoles de 10 comunidades autónomas. Los casos están siendo revisados por el grupo de expertos.

Los abogados del Defensor del Paciente reclaman ahora para el paciente intervenido en el Hospital de Alicante una indemnización de 200.000 euros por daños físicos y psíquicos, y dirigen su reclamación tanto a la Conselleria de Sanidad como a la empresa farmacéutica fabricante del Ala Octa.

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